Atenas, la capital de Grecia, es una ciudad llena de historia y cultura. Inmersa en la herencia de la antigua civilización griega, su icónica Acrópolis es el símbolo de la ciudad. En nuestro día en Atenas, visitamos los lugares imprescindibles que ver en Atenas en un día, como el Partenón, el barrio de Plaka, Monastiraki y mucho más.
Empezamos nuestro día visitando el Acrópolis, el cual abre a las 8 de la mañana. Las entradas se distribuyen por franjas horarias de una hora, con un margen de 15 minutos antes o después de la hora reservada. Llegamos cuando faltaban unos 20 minutos para nuestra entrada y ya había bastante gente en la fila.
Entramos por la puerta lateral, pero aún allí, había bastante gente. En teoría, en la entrada principal había aún más gente.
El Acrópolis es una visita imprescindible en qué ver en Atenas en un día
En la entrada lateral no había taquillas disponibles y no se permitía la entrada con cochecitos, por lo que las personas que los llevaban eran dirigidas a la entrada principal.
Había bastante gente y hicimos cola tanto para subir como para bajar. Aún así, escuchamos un comentario de un guía que decía que, en ese momento, había gente, pero no tanta como en temporada alta. Así que no me quiero ni imaginar cómo debe estar en verano.
El Acrópolis de Atenas se ubica en el corazón de la ciudad, en una colina, y alberga uno de los símbolos más icónicos: el Partenón. Este templo, dedicado a la diosa Atenea, es solo uno de los destacados edificios que forman este complejo histórico. Junto al Partenón, se encuentran el Erecteión, el Templo de Atenea Niké y los Propileos.
Al salir, nos dirigimos al monte Areópago (también conocido como Colina de Ares) desde donde se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares del Acrópolis. Hay que tener precaución, ya que las rocas eran muy resbaladizas.
Continuamos nuestro recorrido por el barrio de Plaka y sus bonitas calles. Una de las calles más antiguas y emblemáticas es la calle Adrianus. También pasamos por la calle Mnisikleos.
Luego, continuamos nuestra visita al Arco de Adriano y al Templo de Zeus. El Templo de Zeus estaba en proceso de restauración en ese momento y no pudimos verlo bien.
Llegamos a la Ágora Romana y luego a la Ágora de Atenas. En nuestra opinión, la Ágora de Atenas es un lugar que no te puedes perder, mientras que la Romana se puede ver en su mayoría desde el exterior.
El Agora de Atenas fue el centro de la vida política y cultural de la antigua Atenas y tuvo un papel fundamental en la evolución de la democracia griega. Entre sus edificios se encuentra el Templo de Hefesto, uno de los templos griegos mejor conservados.
Cerca de la Ágora de Atenas, se encuentra la Ágora Romana, construida durante el período romano y utilizada como un espacio de reunión y mercado.
Existe una opción de entrada combinada que permite el acceso a seis atracciones y se puede adquirir, también, en las taquillas. En nuestro caso, ya teníamos la entrada para el Acrópolis, así que optamos por comprar las entradas por separado. Sin embargo, comprar el paquete completo resulta más barato.
Después, llegamos a la Plaza Monastiraki, donde en sus calles circundantes se encuentra el mercado de pulgas y muchas tiendas de souvenir. Entre las calles principales esta Ifeatao.
Nuestro hotel se encontraba a solo un minuto de la Plaza Monastiraki y nos permitió estar relativamente cerca de todo lo que queríamos visitar.
Justo al lado de la plaza se encuentra la Biblioteca de Adriano, un edificio antiguo construido por el emperador romano Adriano. Además de servir como biblioteca, este edificio tenía un papel fundamental como centro cultural.
Luego, nos dirigimos a la Plaza Sintagma, también conocida como Plaza de la Constitución, donde se encuentra el Parlamento griego. Aquí tiene lugar un cambio de guardia cada hora. Los movimientos y la ceremonia durante el cambio son sumamente curiosos y valen la pena verlo.
Bajando desde la plaza, te encuentras con Ermou Street, una de las calles comerciales más famosas de Atenas.
Muy cerca de la plaza, cogimos un taxi. Pedimos un Uber para ir al Monte Licabeto, pero nos dimos cuenta de que había muchos taxis disponibles. Es importante saber que varios de los taxis no aceptaban tarjeta de crédito.
El precio del trayecto fue de 5€, y en menos de 10 minutos, estábamos casi en la cima, donde solo tuvimos que subir algunos escalones un poco empinados.
En el Monte Licabeto puedes disfrutar de una impresionante vista del atardecer. Sin embargo, al llegar, ya solo quedaban 15 minutos y la zona estaba bastante concurrida y costaba encontrar un lugar. Decidimos bajar un poco y encontramos un sitio donde pudimos sentarnos y tener una vista más despejada que de pie en medio de la multitud. Además, en esta área hay varios restaurantes con vistas panorámicas.
También es posible llegar al Monte Licabeto caminando o en tranvía. A pie se tarda alrededor de media hora, y aunque los hicimos en la bajada y nos pareció rápido, no es lo mismo que subir.
Al regresar a la zona de nuestro hotel, después de haber visitado la mayoría de los lugares imprescindibles que ver en Atenas en un día, ya era tarde y decidimos cenar en uno de los restaurantes de la zona.
En la Plaza Monastiraki, disfrutamos de una increíble vista del Partenón iluminado.
Al día siguiente, nos levantamos temprano para tomar un ferry con destino a Mykonos.
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