Empezamos el segundo día en la ruta por Praga yendo al Puente Carlos pasando por la Plaza de la Ciudad Vieja (para poder verla sin gente por la mañana).
El Puente Carlos es una de las imágenes y lugares más emblemáticos de Praga. El puente conecta la Ciudad Vieja (Staré Město) con la Ciudad Pequeña (Malá Strana) cruzando el río Moldava.
El puente tiene 30 estatuas y grupos de estatuas de santos. Hay ciertas estatuas que según la tradición, si las tocas tendrás suerte, especialmente la de San Juan Nepomuceno. Verás gente haciendo cola para tocarla. Se dice que se debe tocar la base de la estatua con la mano izquierda para pedir un deseo.
Cada lado del puente está custodiado por torres, la de la Ciudad Vieja y dos en la parte de la Ciudad Pequeña. La Torre de la Ciudad Vieja es una torre gótica de más de 50 metros construida por el rey Carlos IV. Puedes subir y tener unas buenas vistas del castillo y del barrio de Malá Strana. En la parte de Malá Strana hay dos torres, una más alta que la otra, construidas en épocas diferentes siendo la pequeña la más antigua.
Una vez atravesamos el puente, estamos en el barrio de Malá Strana (Ciudad Pequeña).
Cerca del puente, se encuentra el muro de John Lennon, un muro con grafitis de canciones de los Beatles. Se ha convertido en un símbolo de la paz y la libertad.
También, al lado, está la calle más estrecha de Praga. Es tan estrecha que no pueden cruzarse dos personas en dirección opuesta, por eso hay un semáforo para pasar. Aunque es una simple calle, ¡hay cola para hacerse la foto!
Al lado del Muro de John Lennon, está la isla de Kampa, una isla artificial separada de Malá Strana por un canal conocido como el Canal del Diablo. Antiguamente era una zona industrial y con el tiempo se transformó en una zona más residencial. En la isla hay antiguos molinos de viento, el más destacado es el molino del Gran Prior.
Por todo su entorno y su ambiente, es considerada la zona más romántica de la ciudad. También está el parque de Kampa, una zona verde con vistas al río y a la Ciudad Vieja de Praga.
Continuamos hasta la iglesia de San Nicolás, otra iglesia barroca que en el interior tiene un órgano el siglo XVIII que según dicen tocó Mozart en sus visitas a Praga.
Al salir de la Iglesia de San Nicolás, pasamos por el Museo Kafka. Dedicado a uno de los escritores más conocidos de la ciudad. En el museo hay primeras ediciones de sus obras así como dibujos y cartas.
Llegamos a la calle Nerudova con casas burguesas y esta nos lleva al Castillo de Praga.
El Castillo de Praga es uno de los más grandes del mundo. Fue la residencia de los reyes de Bohemia y actualmente, es la residencia oficial del presidente de la República Checa. En el castillo se encuentran algunos lugares importantes como la Catedral de San Vito, el Antiguo Palacio Real, donde vivían los reyes de Bohemia, la Basílica de San Jorge o la Callejuela del Oro, una calle con casas de colores, actualmente con tiendas de recuerdos.
Había bastante cola para comprar la entrada, ahora se puede comprar con anticipación y las entradas digitales son aceptadas.
Saliendo del castillo, nos dirigimos al Monte Petrín a través de los jardines de Malá Strana. Si no quieres subir andando, hay un funicular que sube la colina en la calle Újezd.
Arriba del Monte Petrín se encuentra la Torre de Observación de Petrín, inspirada en la torre Eiffel de París. También hay los jardines de Petrín.
Nosotros bajamos andando y de allí, volvimos por el puente Carlos a la Ciudad Vieja.
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