Empezamos el día en la estación de Kioto para coger el autobús número 206, que nos llevará al Templo Kiyomizu-dera, uno de los templos más famosos de la ciudad.
El trayecto en autobús dura aproximadamente 15 minutos y nos deja en la parada de Gojozaka. Desde allí, caminamos unos 10 minutos cuesta arriba hasta llegar a la entrada del templo.
El templo Kiyomizu-dera ofrece unas impresionantes vistas panorámicas de Kioto
El templo Kiyomizu-dera se encuentra ubicado en el monte Otowa, al este de la ciudad, y ofrece unas impresionantes vistas panorámicas de Kioto. Pero lo que realmente hace que este templo sea un lugar imprescindible no son solo las vistas a la ciudad, sino también su entorno único, rodeado de exuberante naturaleza.
Después de visitar el templo, nos dirigimos hacia dos de las calles históricas más bonitas de Kioto: Sannenzaka y Ninenzaka.
Estas calles adoquinadas con arquitectura típica japonesa albergan tiendas de souvenirs y restaurantes donde puedes degustar auténticos platos japoneses. Decidimos comer en uno de los restaurantes de la zona y estuvo muy bien.
Sannenzaka, significa «Calle de los Tres Años», y Ninenzaka, significa «Calle de los Dos Años», se cree que caminar por ellas sin tropezar es un augurio de longevidad y buena fortuna.
En nuestra opinión, esta zona es una de las más bonitas de Kioto y te permite sumergirte por completo en la rica cultura japonesa.
A tan solo 15 minutos a pie, llegamos a Gion. Este barrio es famoso por ser el hogar de las geishas y maikos de Kioto.
La calle Hanamikoji se la arteria principal de Gion, donde predominan los restaurantes y salones de té. Cuando cae la noche, es posible ver a algunas geishas o maikos paseando por la calle, pero recuerda que está prohibido tomar fotografías.
Además en Gion, fuimos a visitar al Santuario Yasaka, que se encuentra rodeado por un bonito parque.
Kioto: Día 2 – Nijo, Kinkaku-ji, Ryoan-ji y Pontocho
Descubre la ruta de nuestro segundo día en Kioto. Visita el Castillo Nijo, conoce el Pabellón Dorado de Kinkaku-ji y relajate en el Jardín de Ryoan-ji. Para terminar el día, disfruta de Pontocho, famoso por sus callejones llenos de restaurantes y bares.
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